El pollo asado es un plato ideal para infinidad de ocasiones, y no resulta difícil conseguir una carne perfectamente jugosa y una piel crujiente. Antes de la cocción, untarlo ligeramente con mantequilla ( o aceite, o manteca de cerdo o incluso aceite de sésamo para variar). Colocar el ave en una bandeja engrasada y ponerla en el horno precalentado.Si desea preparar una versión del asado francés, que produce un jugo delicioso, ideal como salsa, verter en la bandeja del pollo un vaso de vino blanco y uno de caldo. Eliminar después el exceso de grasa y condimentar con sal y pimienta.
FONDO DE COCCIÓN:
Reservar, al valor, el pollo ya hecho. Eliminar la grasa del jugo y añadir 2 cucharadas de harina. Cocer , removiendo hasta que la salsa se vuelva dorada. Añadir 2 dl de caldo y dejar reducir.
Sugerencias: ¿Le apetece bañar el pollo con el jugo de la cocción? entonces, empape un trozo de muselina blanca en la grasa fundida y envolver el pollo. Debajo de este envoltorio, la piel , al cocerse se volverá dorada.