Escoges un lechón que no sea muy gordo ni muy flaco, es mejor comprarlo ya sacrificado y limpio.En un recipiente aparte mezclas todos los ingredientes del aderezo, con el cual recubrirás íntegramente el lechón, para adobarlo de un día para otro.
Al día siguiente de haber hecho esta operación pones el lechón al horno a temperatura moderada, hasta que esté dorado.
El lechón lo puedes servir acompañado de arroz, de ensalada o también de patatas doradas.