Mezclar harina, 1.5 cucharaditas de café de sal fina y unas vueltas de molinillo de pimienta negra en un plato.Trocear el conejo o hacedlo cortar por vuestra carnicera.
Poner un poco de aceite en una sartén (el conejo no deberá nadar en el aceite cuando se fría!) y cuando esté caliente pasar las presas de conejo
por la harina y hacerlo dorar en el aceite en tandas sucesivas. Reservar los trozos sobre papel absorbente.
Tirar el restante de aceite pues tendrá restos de harina quemada, limpiar el fondo de la sartén con papel de cocina y volver a poner un chorrito de aceite y una nuez de mantequilla. Glasear la chalota picada y cuando esté translúcida apagar con el vino y el zumo de la naranja. Reducir a la mitad de su volumen y agregar entonces el fondo de ternera y 4 cucharadas soperas de flores de alhucema.
Aumentar el fuego para que el fondo tome un poco de ebullición y echar los trozos de conejo doraditos.
Bajar el fuego y dejar que el conejo murmure unos 45 minutos Vigilar que la salsa no